La casa de Don Juan, el restaurante más bonito de Tijuana

¡Bienvenidos!
Restaurante La casa de Don Juan
Desayunos, brunch y eventos especiales.
La casa de Don Juan, el restaurante más bonito de Tijuana
Desayunos, brunch y eventos especiales.
Somos el mejor restaurante de la ciudad para auténtica comida mexicana.
Desayuno, brunch y eventos sociales.
Platillos mexicanos únicos que no encontrarás en ningún otro restaurante.
En la cuidad, miles de opiniones y clientes lo atestiguan.
Nuestro amplio menú ofrece muchas opciones de platillos deliciosos con un sabor incomparable que disfrutarás con su único *café de olla*.
Podrás disfrutar de nuestro menú sentado en su acogedor jardín o sentado en una agradable mesa en cualquiera de nuestros salones en el interior de la casa.
La parte mas sorprendente es que nuestros precios son increíblemente asequibles.
Y si próximamente tienes un evento social, has llegado con los expertos.
Tenemos un jardín con capacidad hasta de 100 personas y espacios privados independientes para 10 y 20 personas, en donde podrás festejar reuniones familiares, cumpleaños, baby shower, despedidas de soltera o cualquier otro evento.
Ven a visitarnos y descubre un verdadero restaurante de comida mexicana, así como el mejor lugar para celebrar tus eventos sociales.
Encuentranos en Google Maps.
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En La Casa de Don Juan cada rincón está inspirado en el calor de hogar que mamá supo transmitir. Su esencia vive en los detalles: en la mesa bien servida, en los aromas que envuelven, en los colores cálidos que invitan a quedarse y compartir.
Nuestros espacios han sido creados para que cada visita se sienta como llegar a casa: cálidos y llenos de historia.
Aquí no solo se viene a comer, se viene a vivir una experiencia donde la tradición se mezcla con la comodidad. Donde el legado de mamá sigue presente en cada plato y en cada sonrisa.
La Casa de Don Juan: un lugar de reunión, para recordar y disfrutar.
En La Casa de Don Juan tenemos como misión preservar y compartir el legado de mamá a través de la cocina. Cada platillo que servimos está hecho con amor, tradición y el verdadero sabor de hogar, en un ambiente cálido y familiar que invita a quedarse y compartir.
Nuestra visión es mantener viva esa esencia y trascender generaciones, convirtiéndonos en un referente de cocina con historia, raíces y corazón; un lugar donde cada visitante se sienta en casa y donde la memoria de mamá inspire unión, gratitud y bellos momentos alrededor de la mesa.
Nuestra filosofía es sencilla pero profunda: cocinar con raíces, servir con alegría para mantener vivo el legado de mamá. Creemos que la comida es un acto de amor, un puente entre el pasado y el presente, y un regalo que trasciende lo material, porque alimenta tanto el cuerpo como el alma.
En cada rincón y en cada plato, la esencia de mamá sigue viva.
En La Casa de Don Juan, todo nuestro personal comparte una misma convicción: servir con amor, respeto y gratitud, como lo hacía mamá.
Nos comprometemos a:
• Atender con calidez y cercanía, haciendo sentir a cada visitante como en casa.
• Cuidar cada detalle en la preparación y presentación de los platillos, honrando las recetas originales.
• Mantener vivo el legado de mamá, trabajando con pasión y respeto por la tradición.
• Brindar un servicio auténtico, donde cada sonrisa y cada gesto transmitan la esencia de nuestro hogar.
Porque para nosotros, cada cliente es parte de la familia, y nuestro mayor compromiso es que siempre se lleven no solo el sabor de nuestra cocina, sino también el recuerdo de una experiencia llena de cariño y la esencia de un hogar que nunca se olvida.
La casa de Don Juan tiene raíces profundas.
Mamá se inspiró en la fortaleza de su papá y en el amor de su mamá para dar vida a este lugar que hoy conserva su esencia, su pasión por la cocina y su deseo de compartirla con todos nosotros.
El 28 de junio de 1914, aproximadamente a las 11 de la mañana, Francisco Fernando y su esposa fueron asesinados en Sarajevo, capital de la provincia austro-húngara de Bosnia-Herzegovina. El acontecimiento, conocido como el Atentado de Sarajevo, fue uno de los desencadenantes de la Primera Guerra Mundial que inició justamente un mes después, el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918. España se mantuvo neutral durante todo el conflicto, pero éste tuvo importantes consecuencias económicas, sociales y políticas para el país. ¨La guerra ha trastornado de tal manera la situación económica del país que hoy es imposible la vida. Muchas fábricas han cerrado, otras tienen a sus obreros a medio trabajo, hay fábricas que están haciendo un soberbio agosto y, sin embargo, éstas no han aumentado sus jornales, a pesar de saber sus dueños que todo ha encarecido.¨ Periódico El Liberal de Sevilla. 27 de noviembre de 1916. Un joven español de nombre Lamberto nacido y radicado en la ciudad de Ávila, a la que debe su apellido, ve como sus padres, sus hermanos sufren las consecuencias de la guerra. Han perdido el trabajo, apenas hay víveres para comer, sus pertenencias han ido desapareciendo a cambio de unas monedas para comprar alimento. No hay seguridad, no hay futuro, la guerra ha acabado con toda Europa y España está en crisis. Hay que dirigir la mirada y la vida hacia nuevos horizontes: “América no está guerra!”. Busca la oportunidad, se informa de las embarcaciones que salen hacia el nuevo mundo. Trabaja de ayudante, haciendo recados, de cargador, hasta que consigue un pasaje de España a México.
El 13 de enero de 1917, se embarca hacia un destino tan desconocido como prometedor. Lamberto de Ávila desembarca en Veracruz e inicia un rápido recorrido a la capital de país. Haciendo trabajos eventuales va consiguiendo pan y transporte hasta llegar a la Ciudad de México. Una mañana, sentado en una banca de la Avenida Reforma, ve a una chica linda y de clase acercarse a él. Se pone de pie para que ella tome asiento y un momento después Lamberto y Martha charlan como buenos amigos. El le cuenta de la situación en España, de su salida, ella le dice que vive en la ciudad de Toluca en donde podría ayudarle a conseguir trabajo y tal vez un lugar donde dormir. Lamberto no tiene nada, no hay mucho que perder y tal vez una vida por ganar.
Juntos regresan a Toluca y Martha lo esconde en el sótano de la casa familiar. Al otro día por la mañana le lleva ropa limpia, agua para que se lave y comida. Así pasan varios días hasta que con ayuda de ella, él logra conseguir un empleo y un lugar para vivir. Para ese entonces eran ya grandes amigos y el amor había sembrado su semilla en el corazón de ambos. Lamberto mantenía comunicación con su familia en España y en sus cartas hacía promesas de ayuda, les hablaba de las bellezas de México y su calidez y prometía traerlos un día a vivir a este bello país. Pasó el tiempo, el amor floreció y contrajeron matrimonio. Poco después tenían buenas noticias: serían padres. El 24 de junio de 1918, en la ciudad de Toluca nació un niño a quien bautizaron con el nombre de Juan Lamberto Ávila Rodríguez. Martha y Lamberto estaban felices!
Pero el destino era cruel. EL 11 de noviembre de 1918 se declaró el fin de la Primera Guerra Mundial. Lamberto loco de alegría pidió noticias a su familia. A principios de 1919, Lamberto recibió una carta en la que le urgían: “Tienes que volver, España ha vuelto a ser poderosa. A pesar de la crisis de 1917 y la pandemia de la gripe española de 1918 el país ha mejorado. Hay trabajo, hay dinero, la guerra nos ha hecho un bien al mantenernos neutrales. ¡Regresa a casa!”. Lamberto le comunicó las nuevas a su esposa, Martha no compartió su felicidad, sabía que perdería a su esposo. Con miles de promesas y juramentos de volver por ella y por su hijo de casi un año, Lamberto partió hacia España el 2 de junio de 1919. Nunca volverían a encontrarse. Así quedó en México, un niño con espíritu aventurero como su padre, con amor por los viajes, pasión por las tierras nuevas. Los caminos le fascinaban, ir de un lugar a otro era su mayor alegría. El horizonte ejercía en él una atracción incontrolable, era querer llegar, subir montañas, bajar a los valles, correr libre y descubrir de qué estaba hecha la tierra. Juan Avila, se hizo hombre. Dejó el hogar materno cuando contaba con 14 años para buscar algo más allá de las montañas. Recorrió todos los caminos de México, conoció todas sus cordilleras, habló con todas sus gentes y descubrió que había heredado también una gran debilidad por las mujeres bellas. Conoció a muchas, conoció a todas y encontró a la mejor: María, su compañera de aventuras. María había sido educada por las monjas de San Jerónimo, con quienes estuvo interna desde los ocho años hasta los dieciocho, haciendo de ella además de una mujer de amplia cultura y gran conocimiento de las artes, una excelente cocinera. Con María, Juan recorrió nuevamente toda la República Mexicana, él caminaba las montañas, ella aprendía la cocina del lugar. Llegaron y juntos se enamoraron de La Baja California, de su sierra, de su desierto, sus mares, su gente y su comida. De norte a sur fueron y vinieron, la subieron, la bajaron y se quedaron. Hicieron nido, anidaron y hubo siete hijos, cinco varones y dos mujeres, todos sanos, todos fuertes. Juan y María festejaron la vida siempre al calor del fogón, en torno a la estufa o rodeando una mesa bien servida. La cocina fue siempre el centro de reunión de propios e invitados, porque a la sazón de María nadie pudo resistirse nunca. Pero la historia de Don Juan tenía más páginas tristes. Su gran amor, la mitad de su vida, se fue el 9 de junio de 1972 dejándole un racimo de frutos de su amor. Don Juan lloró su partida desde el primer día de su muerte, hasta el último día de la existencia propia, dieciocho años después: el 18 de junio de 1990. Don Juan se cansó de caminar la tierra y se fue a volar por las estrellas, pero aquí quedó su casa, “La Casa de Don Juan” en donde día a día es recordado por cada ramita del árbol que plantó en La Baja California, desde el norte hasta el sur, con un “Don Juan” o con un “Doña María”. El mes de junio, marcó la existencia de Don Juan.
✨🏡Nuestra Casa está aquí: En Playas de Tijuana. Calle Parque Azteca Norte esquina con Calle Volcán #1591, sección Jardines. Un rincón con raíces y sabor a hogar. 🤍🍽️☕️ La casa de Don Juan, el restaurante más bonito de Tijuana .
¡Tu llamada nos alegra! +52 (664) 379-7271
Abrimos nuestras puertas de martes a domingo, de 8:00 am a 3:30 pm.
Ven a disfrutar el sabor de hogar. 🏡🍽️☕️
Puedes pagar en efectivo, con tarjeta (Visa, MasterCard, American Express) o por transferencia.🙏🏻
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